Terapia humanista

En algún momento de la vida, todos nos encontramos con una pregunta que pesa más de lo habitual. A veces es un malestar difuso, otras veces una crisis clara. Pero lo que duele no siempre se explica con palabras. A veces se arrastra. A veces se calla. Y a veces se convierte en la manera habitual de estar.

​

La terapia Humanista no sólo entiende las causas del malestar psíquico, sino que considera que podemos aprender a superarlo gracias al autoconocimiento y a nuestra autoconsciencia

​

Parte de una convicción profunda: no estamos rotas, solo desconectadas de quienes somos realmente. No se trata solo de analizar el pasado o “entender lo que me pasa”, sino de reaprender a estar presentes y recuperar el contacto con lo que sentimos, pensamos, hacemos… y con lo que deseamos, aunque a veces no sepamos nombrarlo.

 

Este enfoque pone el foco en el aquí y ahora, y utiliza herramientas vivenciales como el Mindfulness, la Hipnosis o la Programación Neurolingüística (PNL), para ayudarte a observar tu mundo interno con más claridad. Porque cuando logramos ver nuestros patrones —los automáticos, los heredados, los aprendidos—, entonces podemos empezar a elegir. A responder en vez de reaccionar. A vivir, en vez de solo resistir.

 

El malestar puede tener muchos nombres: ansiedad, tristeza, duelos, bloqueos, crisis vitales, enfermedades psicosomáticas, baja autoestima, miedos, conflictos de pareja. Pero detrás de todo síntoma hay una historia, una necesidad y una posibilidad de transformación.

 

La terapia no es solo para “arreglar lo que no va bien”. Es un espacio para volver a ti. Para dejar de sobrevivir y empezar a vivir con más presencia, sentido y libertad.

​

Porque sí: es posible hacer de tu mente tu mejor aliada.
Y si sientes que ha llegado tu momento, aquí estaré para acompañarte.