Hipnosis

La hipnosis es un estado natural de conciencia modificada que vivimos más veces de las que imaginamos: al perdernos en un paisaje, una película o un libro, cuando el tiempo parece desaparecer. Eso es un estado prehipnótico. En terapia, este estado se potencia y se dirige con intención: para acceder a nuestra parte inconsciente, donde se originan muchas de nuestras respuestas automáticas, pensamientos limitantes y emociones difíciles de gestionar.

A través del lenguaje, el ritmo, el tono de voz y la estructura del discurso, la hipnosis induce un estado de relajación profunda —ondas cerebrales Theta— que favorece una conexión directa con esa parte más profunda de ti. Desde ahí, es posible desbloquear patrones, acceder a recursos internos y generar cambios que desde la mente racional muchas veces resultan inaccesibles.

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Rodeada de mitos y leyendas, es importante saber que con la Hipnosis:

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– Mantienes la consciencia: estás presente, concentrada y atenta.
– Mantienes el control: no harás nada que no quieras hacer.
– Puedes trabajar experiencias del pasado sin necesidad de volver a sufrirlas.

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En psicoterapia, utilizo la hipnosis como herramienta para ayudarte a comprenderte mejor y a facilitar procesos de transformación en áreas como:

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– Ansiedad, estrés y ataques de pánico
– Duelos y dependencias afectivas
– Trastornos de alimentación y obesidad
– TOC (trastorno obsesivo-compulsivo)
– Fobias, miedos, adicciones
– Gestión del dolor físico crónico o agudo
– Impulsividad, conductas agresivas o repetitivas

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Durante el proceso terapéutico, podemos utilizar la hipnosis como vía de acceso a tus propios recursos inconscientes. No se trata de “borrar el problema”, sino de comprender su raíz, movilizar nuevas respuestas y abrir caminos más coherentes con quien eres y lo que necesitas.

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La hipnosis es una forma profunda y eficaz de dialogar con la parte que más teme al cambio.
Y sí, también aquí es posible hacer de tu mente tu mejor aliada.